Presenta

Aureliano Ortega y Enrique Avilés

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Día

miércoles 17

Hora

17:00

Sede

Sala Emma Godoy

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Sinopsis

Años de Alemania: esta obra está compuesta por varios escritos, archivos y documentos excepcionales debidos a Emilio Uranga o que gravitan en torno a él: un conjunto de cartas escritas por el filósofo a su amigo Luis Villoro (1952-1956); los apuntes para el Diario que llevó Uranga en Alemania (1954-1955); las cartas cruzadas con Alfonso Reyes (1954-1957); las misivas y mensajes dirigidos a José Gaos, José Luis Martínez y Alejandro Rossi (1956-1956). A ese núcleo se añaden diez textos de Uranga afines a los temas ventilados: "El tema de la muerte en la Filosofía Contemporánea", "Sobre el Doktor Faustus, de Thomas Mann", "El Goethe-Buch de Alfonso Reyes", "Cartas de Alemanis", "Introducción a la lectura de Jorge Lukács", "Invitación al romanticismo alemán" acompañado de "Semblanza biográfica de Federico Schlegel", "Reflexiones de Max Scheler sobre la esencia de la filosofía", "¿Qué ha pasado con Juan José Arreola?", "El maestro Jorge Lukács", "El último Lukács". Redondea el conjunto un ensayo de Tomás Segovia sobre Alfonso Reyes, citado por muchos pero poco conocido, entre otros materiales. El libro abre con una introducción de Luis Villoro sobre Emilio Uranga, escrita.

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¿Quién fue Emilio Uranga?

(1921-1988) Sobresalió por su aguda inteligencia, su vocación filosófica y su alerta curiosidad. En la serie de “México y lo mexicano” publicó Análisis del ser del mexicano (1952) en el que, además de este riguroso ensayo, incluye otro sobre la poesía de Ramón López Velarde, como “expresión del ser del mexicano”. De 1953 a 1957, Uranga continuó su formación filosófica en las universidades de Friburgo, Tubinga y Colonia, y en las de Oxford y La Sorbona, años en que escribió estudios sobre Goethe y los filósofos, Marx y la filosofía e Introducción al estudio de George Lukacs. Los diálogos sobre curiosidades librescas, llamados Astucias literarias (1971), son la obra más agradable de Uranga. En sus últimos años, escribió oscuramente en periódicos populares y, envenenado por la soberbia, se prestó a turbiedades políticas. Se le atribuye la autoría de libelos contra personajes enemistados con el gobierno. En la novela La guerra de Galio (1991), de Héctor Aguilar Camín, el personaje principal tiene algunos rasgos de Emilio Uranga.