INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN
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¿Aún sigues buscando dónde hacer tu servicio social?

El Instituto Cultural de León invita a todos los jóvenes que estén cursando preparatoria o universidad, a colaborar como parte del staff en las diferentes áreas de la Feria Nacional del Libro de León, que se llevará a cabo del 01 al 08 de julio en Poliforum León.

¿Qué tengo que hacer para el proceso de admisión?

Elige el área de tu preferencia de acuerdo con tus habilidades, cualidades e intereses.

Puedes escoger entre: visitas escolares, talleres infantiles y juveniles, programa artístico, programa literario, comunicación y relaciones públicas, y atención a expositores.

Las inscripciones se realizan en las oficinas de la Dirección de Desarrollo Artístico y Cultural ubicadas en la planta alta del Teatro Manuel Doblado (Pedro Moreno, esq. con Hermanos Aldama, Zona Centro).

El horario de atención son lunes, miércoles y viernes de 13:30 a 15:30 horas. No se realizarán inscripciones fuera de los horarios mencionados, ni mediante correo electrónico o vía telefónica.

A continuación, te presentamos contamos de qué va cada área:

Visitas escolares: programa, planifica y atiende la asistencia de instituciones educativas a las actividades de Fenal y cuenta con un cupo de 30 jóvenes para el turno matutino y 30 para el vespertino.

Para el área de talleres infantiles y juveniles se solicitan 40 jóvenes tanto para el turno matutino como el vespertino. Ésta ofrece talleres dinámicos y lúdicos de fomento a la lectoescritura.

Programación de actividades artísticas (teatro, danza, clown, multidisciplinar, música, cine, cuentacuentos, etc.). Esta área busca a 12 jóvenes de preparatoria para distribuir en los dos horarios.

El programa literario integrará 15 jóvenes para el turno matutino y 20 para el vespertino, con el objetivo de apoyar en la recepción de autores, ponentes, presentadores, así como en la logística de sus actividades.

En atención a expositores se trabaja en la logística y atención tanto a público como a expositores participantes, para ello están disponibles seis espacios para estudiantes de preparatoria.

Finalmente, en el área de comunicación y relaciones públicas, que se encarga de la creación de contenidos escritos, impresos y audiovisuales sobre todo lo que acontece en Fenal, podrán inscribirse seis jóvenes para el turno matutino y seis para el vespertino.

Sé parte del equipo de Fenal 33 y colabora en el desarrollo y promoción de la cultura y literatura de tu ciudad.

Todos los detalles de esta convocatoria se pueden consultar en https://bit.ly/ConvSSFenal33.


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Soltarse y escribir

Victoria Elizondo fue finalista en LuchaLibro en la pasada edición de Fenal, conoce su historia. “Escribir me sirve como un medio para canalizar y acercarme a mis emociones”. Victoria Elizondo es una lectora apasionada que poco a poco fue encontrando en las letras un espacio para crear y expresarse; así se convirtió en escritora. Ella fue finalista en el pasado concurso LuchaLibro que fue parte de la Feria Nacional del Libro de León 2021. Conoce más de Victoria y su trayectoria. RCA: ¿Cuáles fueron tus inicios en la literatura y la escritura? Comencé con el hábito cuando cumplí 13 años. Acostumbraba mucho a revisar blogs y páginas de fanfiction. Después salté a la literatura juvenil, leía sagas distópicas que tenían muchas referencias a la mitología griega y romana. A partir de ahí empecé a explorar distintos géneros y autores, desde entonces la lectura se convirtió en una prioridad para mí. Respecto a la escritura, fue más difícil animarme. Solo tendía a soltarme en diarios personales. Escribí para un público por primera vez gracias a un servicio social de fomento a la lectura llamado Tertulia literaria. Luego lo dejé tres años hasta que me incorporé a dos talleres durante la pandemia: Sor sugar y Abismos. RCA: ¿Qué te motiva a escribir? A veces no logro comprender algún tema o momento por el cual atravieso. No entiendo muchas situaciones, mucho menos a mí misma. Escribir me sirve como un medio para canalizar y acercarme a mis emociones. Pienso qué es lo peor que podría pasar en alguna situación y de ahí parto. También los memes o algún video en TikTok. RCA: ¿Cuáles son los temas y los autores que te inspiran? Me gusta el terror, lo místico, la muerte y el sueño. Admiro mucho a Mónica Ojeda, a Emily Brontë, a Emily Dickinson y a Julio Cortázar; también disfruto a Elena Garro, a Sylvia Plath y a Juan Vicente Melo. El hambre, el suicidio y la desolación me llaman la atención de sus escritos. RCA: ¿Cómo fue que te decidiste a participar en LuchaLibro? Me salió la publicidad varias veces en Facebook. Lo tomé como una señal para probar qué tan sencillo podría ser improvisar una historia con elementos aleatorios. Ya llevaba un par de meses retomando la escritura y vi la oportunidad como un incentivo para seguir creciendo. RCA: ¿Cómo fue tu experiencia en LuchaLibro y cómo te motivó para seguir escribiendo? La competencia fue muy interesante. Utilizar máscaras, un seudónimo de luchador y que ni siquiera conociéramos nuestros nombres reales aún tras bambalinas le daba más tensión al concurso. Gaby y su equipo fueron muy amables. Tuve que prepararme un rato. Entrené, podría decirse. Gracias a LuchaLibro me empapé de este género y descubrí otra faceta en la narrativa que puedo llegar a crear. RCA: ¿Siendo una joven escritora, qué representa asistir y participar en la Fenal? Considero que es un espacio de encuentro entre diferentes lectores, el cual permite hacer un intercambio de ideas y promueve un ambiente de comunidad. Me ayuda a conocer lo que están haciendo otros artistas, no solo escritores en la ciudad. Instrucciones para el último baño Una vez escuché, leí… o tal vez vi, que morir ahogada era la manera más noble de dejar de existir. Al cuerpo se le difumina el alma entre dos elementos: la sangre, pesada en la memoria, se ablanda gracias al prejuicio puro del agua. Balanceando las temperaturas de ambas sustancias, según el criterio propio, podemos acercarnos a un ensueño si preparamos nuestros cuerpos. Para llegar a este punto, es necesario recorrer diferentes escenarios espirituales, no importa donde hayas comenzado, todxs partimos de la ignorancia. Es tu decisión si optas por gastar en los servicios de un muchacho ojeroso y tatuado, que seguramente en cada sesión se apoyará del diccionario de símbolos más cercano. Quizás, hablará de manera pausada y te recalcará en cada oración que “la combinación de tus cartas es muy interesante”. Solo procura no frecuentarlo muy seguido, terminarás pagando las cervezas también. Tampoco frunciré el ceño si me dices que comenzaste leyendo el horóscopo del periódico vespertino, menos si priorizaste el de tu pareja sobre el tuyo. Así inició la chica que tiene cita hoy a las seis. Y por fin, después de meses en la lista de espera, ya le toca. Se llama Regina. Aparenta unos veintidós, pero ya pasa de los treinta. Tengo entendido que trabajó en Presidencia varios años. Llegó aquí con una carga energética muy pesada. A simple vista, parecía una persona limpia. El perfume de la mañana la perseguía hasta la hora de fumar, sin embargo, había detalles que la delataban. El cabello, muy bien peinado, tenía orzuela. La camisa blanca que usaba, en lugar de iluminarle el rostro le contrastaba las ojeras. Yo creo que le pesaban tanto que ni la mirada podía despegar del suelo. Tenía las uñas disparejas: unas rotas, las de los pulgares mordidas, algunas con restos de esmalte. En la primera visita me tocó darle el recorrido por las instalaciones. Le mostré las salas de meditación. Como era marzo, estaban pintadas las paredes de naranja. La terraza apenas la estaban acondicionando, solo pudo observar cómo las macetas de malvas resistían al polvo de las obras. Vio los cuartos en silencio, hizo unas cuantas preguntas sobre el procedimiento y cada que salíamos de una habitación, empujaba con la mano abierta las puertas de madera, como si tratara de asegurar que las puertas estuvieran bien cerradas. En ese entonces los baños del segundo edificio ya estaban acondicionados. Creo que no te lo he comentado, pero esas tinas fueron restauradas por el hijo de Socorro, la hermana de la dueña. Él mismo las consiguió de varias casas abandonadas, en su trabajo no les importó. El muchacho tenía un amontonadero de porcelana en la cochera y conforme iba reparando las piezas fue trayéndolas de una en una hasta acomodarlas en los cuartos rojos. Como has visto, en el edificio no hay muchas puertas. Las habitaciones se conectan y es muy fácil apreciar lo que hace el vecino. Una tiene que aprender a que se le quite lo fisgón si desea pasar por ahí. El único baño que tiene la privacidad necesaria es el último, el que tiene la tina en forma de corazón. Se había planeado que también fuera rojo, sin embargo, los materiales no alcanzaron. Mandaron comprar el material que se necesitaba, pero el muchacho del encargo se confundió y trajo los materiales en rosa. Al menos combina, además sirve de pretexto para elevar un poco el precio del paquete. Aunque, he de confesar que es un poco más difícil de limpiar. Por eso siempre huele a cloro. Regina lo notó. Acababa de explicarle los diferentes métodos que utilizamos para garantizar un descanso seguro en cuerpo y alma. Le iba a pasar un folleto que contenía las etapas y reglas de las habitaciones cuando decidió ignorarme. Atravesó tres cuartos, sin preguntar se dirigió al baño rosa. Tocó la puerta con la palma extendida, esperó a que estuviera atrás de ella y abrió la puerta: “Quiero sanar aquí”. Dijo y pagó un adelanto.

Voluntades por la creación literaria

Texto Edgar A. Aguirre Vega En 2017, en el marco de la Feria Nacional del Libro de León (Fenal), inició una historia marcada por un trabajo colaborativo enfocado en la creación literaria dirigida muy especialmente al público infantil y juvenil; la relación que entonces iniciaron el Instituto Cultural de León y la editorial Sexto Piso continúa dando grandes frutos. Siete títulos se han coeditado a partir de esta acción de estrechar lazos en beneficio de la lectura: El inconcebible universo y La oveja eléctrica y la memoria del universo (José Gordon, 2017), Yo, persona (Ellen Duthier, 2018), Kafkiana (Franz Kafka, Peter Kuper, 2019), Aventuras extravagantes del infante Patatús (Helio Flores, 2020), Flores Salvajes (Liniers, 2021) y Sofía en el País del Infinito (Bernardo Bef Fernández, Gabriela Frías Villegas, 2022). Año con año, ambas instancias han celebrado convenios que integran, por supuesto, la generación de títulos literarios, pero también su primicia y participación del autor o autores en la Fenal, así como profundizar en actividades que abonen a la difusión de los propios libros y su acercamiento con todo el público, al igual que de la lectura en general. “En los últimos años no solamente buscamos el tema de la coedición, sino de que los autores que estén presentes también tengan otras actividades dentro de la feria, un poco para enriquecer y darle juego, porque además son libros que nosotros usamos como material de trabajo todo el año”, destacó Daniela Yáñez, jefa de la Fenal, sobre este trabajo integral. Para Sexto Piso, editorial independiente con labor en Ciudad de México desde 2002, es crucial formar estas alianzas con agentes culturales y literarios como parte fundamental del ecosistema del libro; su relación con el ICL y la Fenal, en palabras de su director, Eduardo Rabasa, se ha llevado de manera genuina, comprometida y con intereses que buscan ir un paso adelante. “Para nosotros ha sido una experiencia súper grata y ha coincidido también con que, muy vinculado a esto, la presencia de nuestra editorial en la feria ha sido cada vez mayor; hemos tenido un stand más grande con más presentaciones, entonces como que ha sido un ancla, un eje para convertir a la feria y, en ese sentido, a la ciudad de León, en un punto cada vez más importante para exponer y para vincular nuestro catálogo y nuestros libros con los lectores y lectoras de allá”. Generar libros de calidad con participación de autores de trayectoria reconocida y enfocados al público infantil y juvenil es una de las premisas que se ha mantenido desde el inicio de esta sociedad, a lo que se ha sumado una diversidad de temas y estilos, buscando la pertinencia de todos ellos respecto a los objetivos y líneas temáticas de la Fenal y, en general, del Instituto Cultural de León. Sexto Piso plantea propuestas literarias para su análisis y revisión por parte del ICL; una vez realizada la selección con la importante retroalimentación de ambas instancias, la editorial da paso al proceso de producción que da vida al título en cuestión. Los temas abordados han permitido que los libros tengan buena acogida por parte del público, algunos incluso se han agotado en el catálogo de la editorial. Las coediciones han permitido que el ICL realice una labor constante y directa con dependencias, organismos y gestores locales comprometidos con el fomento a la lectura, ya que estos títulos son donados de manera estratégica para acciones que refuercen esta labor. Tal es el caso de las 22 Bibliotecas Públicas Municipales de León, espacios que ya cuentan con ejemplares de dicho acervo y donde se han realizado círculos de lectura abordando títulos como Kafkiana, Flores Salvajes y Sofía en el País del Infinito. La experiencia de autores y autoras también se vuelve única, no se trata solo de visitar y presentar su texto, es adentrarse en el mundo de la Fenal y compartir sus saberes y habilidades a través de exposiciones, talleres, charlas…; es confiar y respaldarse mutuamente. “Hasta donde yo puedo ver o lo que les queda la impresión a los autores, no es como la típica asistencia a una feria de libro a presentar un libro, sino que en ese sentido va más allá. Quedan muy contentos, se sienten muchas veces halagados, regresan conmovidos; la verdad es que creo que por el lado de los autores es como muy redonda la experiencia”, comparte Eduardo Rabasa. Cada coedición —con el total involucramiento y respaldo de Sexto Piso— certifica, en cierto modo, el compromiso, el nivel y los objetivos de la Fenal, pues esto se traduce en productos literarios que permanecen más allá de diez días de feria. Es por ello que las acciones continúan y, por ambas partes, se busca su fortalecimiento y diversificación. “Hay un gran compromiso de Sexto Piso por tener una oferta que sea de interés y que vaya con los temas y con los intereses de la feria en particular, más allá de la presencia que tiene en el stand, siempre buscan sumar”, comparte Daniela Yáñez. Por su parte, Eduardo Rabasa reafirma su compromiso e interés por seguir trabajando de la mano de Fenal: “Por un lado continuar afianzando la colaboración actual y llevarla a otros terrenos, quizás, son posibilidades que hay que explorar, pero podemos pensar en no necesariamente atarnos solo al marco de la feria sino que podemos darle continuidad en otros periodos del año o aprovechar otro evento cultural”. Esta labor conjunta se mantiene y en 2023 dará vida a —¡primicia!— Adiós, Glinka, obra que integra el conmovedor texto de Arnoldo Kraus, dialogando con las hermosas ilustraciones de Alejandro Magallanes; coedición que, por supuesto, será presentada en el marco de la 34 Feria Nacional del Libro de León.