INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN
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5 presentaciones imperdibles en la Fenal 35

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Ya falta muy poco para la 35 Feria Nacional del Libro de León, Fenal, en la que habrá diversas actividades como conferencias, presentaciones editoriales, talleres, eventos artísticos y mucho más.

Gracias a la gran cantidad de eventos que habrá, te recomendamos varios eventos imperdibles de esta edición, que se llevará a cabo del viernes 17 al domingo 26 de mayo, en Poliforum León.

En el ámbito literario te traemos la presentación de cuatro libros y una charla que te podrían interesar, ¡échales un ojo!:

El peligro de estar cuerda

Rosa Montero. Presenta: Aura García-Junco

17 de mayo 18:00 h

Auditorio Jorge Ibargüengoitia

La periodista y escritora Rosa Montero se adentra en la relación de la ‘locura’ con el proceso artístico y asegura que “la clave está en el equilibrio entre el porcentaje de desapego y el de sentimiento, en lograr cierta armonía entre el yo que sufre y el yo que controla”.

Charla: Una vida entre personajes y emociones

Alice Kellen

18 de mayo 16:00 h

Patio de los Cuentos

Esta joven autora, eminencia de la novela romántica, es una enamorada de los gatos y el chocolate, le encanta profundizar en las emociones que plasma en cada una de sus obras que ya son más de 10 libros en los que plasma parte de su esencia. No te puedes perder esta charla para saber más de la escritora valenciana.

¿Qué sigue?

Denise Dresser

18 de mayo 17:00 h

Auditorio Jorge Ibargüengoitia

La periodista y escritora Denise Dresser, que ha sido nombrada una de las 50 mujeres más poderosas de México y una de las personas más influyentes en X, en su obra nos comparte un análisis del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora ¿Qué sigue?

Cuatro veranos

Benito Taibo

19 de mayo 16:00 h

Patio de los Cuentos

En esta novela, que está algo disparatada, Benito Taibo nos invita a adentrarnos en un viaje de experiencias y autodescubrimiento en el que la existencia está llena de lecciones y nos hace recordar que los planes rara vez salen como uno quisiera y todo puede terminar en un instante.

El lado salvaje

Mónica Lavín

26 de mayo 16:00 h

Sala Efrén Hernández

Si te gusta el suspenso y misterio, no puedes dejar pasar El lado salvaje en el que la aparente calma de la vida de una escritora se ver perturbada por el inesperado descubrimiento de un cuerpo calcinado dentro de un auto; una muñeca que es testigo de las tribulaciones de una familia a lo largo de distintas generaciones o el vínculo premonitorio que existe entre una madre y su hija son parte de las veintitrés historias que integran este libro.


Noticias relacionadas

Soltarse y escribir

Victoria Elizondo fue finalista en LuchaLibro en la pasada edición de Fenal, conoce su historia. “Escribir me sirve como un medio para canalizar y acercarme a mis emociones”. Victoria Elizondo es una lectora apasionada que poco a poco fue encontrando en las letras un espacio para crear y expresarse; así se convirtió en escritora. Ella fue finalista en el pasado concurso LuchaLibro que fue parte de la Feria Nacional del Libro de León 2021. Conoce más de Victoria y su trayectoria. RCA: ¿Cuáles fueron tus inicios en la literatura y la escritura? Comencé con el hábito cuando cumplí 13 años. Acostumbraba mucho a revisar blogs y páginas de fanfiction. Después salté a la literatura juvenil, leía sagas distópicas que tenían muchas referencias a la mitología griega y romana. A partir de ahí empecé a explorar distintos géneros y autores, desde entonces la lectura se convirtió en una prioridad para mí. Respecto a la escritura, fue más difícil animarme. Solo tendía a soltarme en diarios personales. Escribí para un público por primera vez gracias a un servicio social de fomento a la lectura llamado Tertulia literaria. Luego lo dejé tres años hasta que me incorporé a dos talleres durante la pandemia: Sor sugar y Abismos. RCA: ¿Qué te motiva a escribir? A veces no logro comprender algún tema o momento por el cual atravieso. No entiendo muchas situaciones, mucho menos a mí misma. Escribir me sirve como un medio para canalizar y acercarme a mis emociones. Pienso qué es lo peor que podría pasar en alguna situación y de ahí parto. También los memes o algún video en TikTok. RCA: ¿Cuáles son los temas y los autores que te inspiran? Me gusta el terror, lo místico, la muerte y el sueño. Admiro mucho a Mónica Ojeda, a Emily Brontë, a Emily Dickinson y a Julio Cortázar; también disfruto a Elena Garro, a Sylvia Plath y a Juan Vicente Melo. El hambre, el suicidio y la desolación me llaman la atención de sus escritos. RCA: ¿Cómo fue que te decidiste a participar en LuchaLibro? Me salió la publicidad varias veces en Facebook. Lo tomé como una señal para probar qué tan sencillo podría ser improvisar una historia con elementos aleatorios. Ya llevaba un par de meses retomando la escritura y vi la oportunidad como un incentivo para seguir creciendo. RCA: ¿Cómo fue tu experiencia en LuchaLibro y cómo te motivó para seguir escribiendo? La competencia fue muy interesante. Utilizar máscaras, un seudónimo de luchador y que ni siquiera conociéramos nuestros nombres reales aún tras bambalinas le daba más tensión al concurso. Gaby y su equipo fueron muy amables. Tuve que prepararme un rato. Entrené, podría decirse. Gracias a LuchaLibro me empapé de este género y descubrí otra faceta en la narrativa que puedo llegar a crear. RCA: ¿Siendo una joven escritora, qué representa asistir y participar en la Fenal? Considero que es un espacio de encuentro entre diferentes lectores, el cual permite hacer un intercambio de ideas y promueve un ambiente de comunidad. Me ayuda a conocer lo que están haciendo otros artistas, no solo escritores en la ciudad. Instrucciones para el último baño Una vez escuché, leí… o tal vez vi, que morir ahogada era la manera más noble de dejar de existir. Al cuerpo se le difumina el alma entre dos elementos: la sangre, pesada en la memoria, se ablanda gracias al prejuicio puro del agua. Balanceando las temperaturas de ambas sustancias, según el criterio propio, podemos acercarnos a un ensueño si preparamos nuestros cuerpos. Para llegar a este punto, es necesario recorrer diferentes escenarios espirituales, no importa donde hayas comenzado, todxs partimos de la ignorancia. Es tu decisión si optas por gastar en los servicios de un muchacho ojeroso y tatuado, que seguramente en cada sesión se apoyará del diccionario de símbolos más cercano. Quizás, hablará de manera pausada y te recalcará en cada oración que “la combinación de tus cartas es muy interesante”. Solo procura no frecuentarlo muy seguido, terminarás pagando las cervezas también. Tampoco frunciré el ceño si me dices que comenzaste leyendo el horóscopo del periódico vespertino, menos si priorizaste el de tu pareja sobre el tuyo. Así inició la chica que tiene cita hoy a las seis. Y por fin, después de meses en la lista de espera, ya le toca. Se llama Regina. Aparenta unos veintidós, pero ya pasa de los treinta. Tengo entendido que trabajó en Presidencia varios años. Llegó aquí con una carga energética muy pesada. A simple vista, parecía una persona limpia. El perfume de la mañana la perseguía hasta la hora de fumar, sin embargo, había detalles que la delataban. El cabello, muy bien peinado, tenía orzuela. La camisa blanca que usaba, en lugar de iluminarle el rostro le contrastaba las ojeras. Yo creo que le pesaban tanto que ni la mirada podía despegar del suelo. Tenía las uñas disparejas: unas rotas, las de los pulgares mordidas, algunas con restos de esmalte. En la primera visita me tocó darle el recorrido por las instalaciones. Le mostré las salas de meditación. Como era marzo, estaban pintadas las paredes de naranja. La terraza apenas la estaban acondicionando, solo pudo observar cómo las macetas de malvas resistían al polvo de las obras. Vio los cuartos en silencio, hizo unas cuantas preguntas sobre el procedimiento y cada que salíamos de una habitación, empujaba con la mano abierta las puertas de madera, como si tratara de asegurar que las puertas estuvieran bien cerradas. En ese entonces los baños del segundo edificio ya estaban acondicionados. Creo que no te lo he comentado, pero esas tinas fueron restauradas por el hijo de Socorro, la hermana de la dueña. Él mismo las consiguió de varias casas abandonadas, en su trabajo no les importó. El muchacho tenía un amontonadero de porcelana en la cochera y conforme iba reparando las piezas fue trayéndolas de una en una hasta acomodarlas en los cuartos rojos. Como has visto, en el edificio no hay muchas puertas. Las habitaciones se conectan y es muy fácil apreciar lo que hace el vecino. Una tiene que aprender a que se le quite lo fisgón si desea pasar por ahí. El único baño que tiene la privacidad necesaria es el último, el que tiene la tina en forma de corazón. Se había planeado que también fuera rojo, sin embargo, los materiales no alcanzaron. Mandaron comprar el material que se necesitaba, pero el muchacho del encargo se confundió y trajo los materiales en rosa. Al menos combina, además sirve de pretexto para elevar un poco el precio del paquete. Aunque, he de confesar que es un poco más difícil de limpiar. Por eso siempre huele a cloro. Regina lo notó. Acababa de explicarle los diferentes métodos que utilizamos para garantizar un descanso seguro en cuerpo y alma. Le iba a pasar un folleto que contenía las etapas y reglas de las habitaciones cuando decidió ignorarme. Atravesó tres cuartos, sin preguntar se dirigió al baño rosa. Tocó la puerta con la palma extendida, esperó a que estuviera atrás de ella y abrió la puerta: “Quiero sanar aquí”. Dijo y pagó un adelanto.

Retratar y experimentar el entorno

Daniel Aguilar fue reconocido con mención honorífica en Premios de Literatura 2022 “Se siente como una especie de reafirmación de que lo que estoy haciendo está yendo por buen camino”. Daniel Aguilar es un escritor auténtico que goza de visibilizar su entorno y cautivar al lector con historias frescas que pueden surgir de los momentos más inesperados. Esta es una breve entrevista con el reconocido como mención honorífica de los Premios de Literatura León 2022 y también autor de Cartografía de las Vírgenes (Ediciones La Rana y Los Otros Libros, 2022). RCA: ¿Qué te motiva a escribir?, ¿Cómo fueron tus inicios como autor? No tengo muy marcado cuándo fue que lo empecé a hacer, en la primaria empecé a escribir cuentitos y cosas que a veces las maestras me decían que estaban chidas. Supongo que fue algo que siempre estuve haciendo y no me di cuenta de que ya estaba haciéndolo seriamente. (Al inicio) eran cosas anotadas en un word que le mandaba a ‘compas’ y hasta que tuve un taller de escritura me vi como obligado a compartir con más gente y empecé a trabajarlos (los textos) todavía más. RCA: ¿Qué es lo que te llevó a ser artista?, ¿significó un reto para ti? Creo que nadie puede negar que es difícil ser artista cuando necesitas comer, que las cosas te retribuyan. Creo que ese es el reto principal, pero lo que me motiva supongo que fue cierto idealismo de adolescente, y agradezco al Daniel del pasado que pensara como “tú estudia lo que quieres y dedícate a lo que quieres y ya vas a ver qué haces” y que por fortuna no tuve a alguien que me pusiera un tope, mis papás me apoyaron. RCA: ¿Qué temas y autores te inspiran? Al menos en este primer libro y este cuento creo que sí era como pensar cosas más personales pero no al punto de volverlo autoficción, sino como cosas que sé que estoy viviendo o gente cercana. De alguna manera sacarlas del contexto y explorarlas como algo más hacia la fantasía o la ficción, eso es algo que me interesa mucho. En realidad para mí es más como una onda de experimentar (...) y en general creo que las búsquedas de todo lo que se puede hacer con el lenguaje es algo que me llama mucho. De autores, no tengo alguno que diga éste en específico influye mucho en lo que escribo, pero sí hay muchos que me gustan demasiado. J. M. Coetzee me parece un tipo genial; me gusta María Luisa Puga, Mariana Enríquez. Siempre he estado leyendo mucho de Kafka, pero no sabría si hay trazas de ellos en lo que escribo. RCA: ¿Cuál fue tu sentir al saberte parte de los Premios de Literatura León 2022? Fue muy bonito. Se siente como una especie de reafirmación de que lo que estoy haciendo está yendo por buen camino, también el hecho de que sea un podio compartido habla de que hay mucha gente que está haciendo cosas muy chidas en la región y eso me emociona; y como se juntó con la publicación de mi libro se sintió como una bolita de nieve de buenas noticias. Me emociona también porque los tomitos que se han publicado de los Premios de Literatura son libros que he estado leyendo y coleccionando, y como que ya poder ser parte de eso me emociona. RCA: ¿Cuál fue el origen de la obra que te llevó a ser parte de estos premios? Estábamos en la última parte editorial del libro, entonces como que ya había agarrado un ritmo de estar reescribiendo y de alguna manera lo que hice fue obligarme un poquito a no soltarlo. Vi la convocatoria y lo puse en un post-it en mi mente, como una especie de meta. No tanto de ganar sino trabajar con ese deadline porque eso es lo que más me cuesta. Lo que quería era comenzar a escribir cosas que fueran un poco distintas a lo de mi libro, explorar otros territorios. RCA: ¿De qué va tu obra y qué necesidad satisface para ti como artista? El cuento va de una persona que tiene la maldición de que no puede controlar que, cuando sueña, despierta junto alguna de las personas que salieron en su sueño y eso afecta su panorama de la vida. Es una crónica de este personaje que la única forma que tiene de evitar eso es sedándose. La necesidad que tenía era demostrarme que no iba a ser un one hit wonder y en ese sentido demostrarme que el tema de mi libro no iba a ser el tema total de mi obra. Ponerme a prueba. Escribir desde otro lado. Otra cosa que también me interesa es trabajar con la geografía del lugar en que vivo. RCA: ¿Qué representa para ti presentar tu pieza en Fenal 33? Me da mucho gusto, la verdad es que en Fenal tengo muy buenas anécdotas. En la prepa hice servicio social y en la uni estuve de expositor y ayudando en talleres y alguna vez proyectamos cine, entonces es un espacio que tuve cercano pero nunca como escritor y creo que es padre ocupar ahora esa silla. Me da gusto que sea un libro que va a tener tantos ejemplares y se van a distribuir libremente. Es un tema que me importa porque fue así como conocí el premio. Fresco (Fragmento) Me acuerdo de cuando hiciste el mural. Lo pusiste en la esquina de la Palo Verde, en esa pared sin puerta ni ventana ni nada, pero que era parte de la tienda de doña Chole. Arriba, como a dos metros de mi cabeza, con la estatura que tendría entonces. Ahorita sería menos, pero no tanto; si hasta usaste una escalera. Lo pintaste un domingo y te llevó toda la mañana y la mitad de la tarde. Yo te pasaba las latas. Era un retrato de todo el barrio. En medio, el Río del Muerto, partiendo las cuadras en dos. Y a cada lado, la gente afuera de sus casas, de sus locales, todos los que conocíamos y otros que te imaginaste. Unos saludando, otros no, pero todos viendo al frente. Estaban los perros callejeros y los semáforos. Y la viejita que vendía dulces en una mesita, y los tenis colgados de los postes. Las vecindades con los vecinos, el mercado con los mercantes. El templo, la refaccionaria. Los otros grafitis y la cantina donde me decías que no me fuera a parar, porque sabías que a ti te vendían desde antes que tuvieras dieciséis. A mí ni me interesaba; estaba muy chico y el olor del mezcal me daba ganas de vomitar. De todos modos, nunca me paré ahí. Ni siquiera cuando te fuiste. Pero la ubiqué en la pintura, tantito antes del baldío donde me enseñaste a patinar. Ahí me pintaste a mí. A mi mamá la pusiste afuera de la casa, cuidando sus macetas. Al Nel y al Mike y a la Yez los pusiste en la esquina de la Candelaria, con las bicis. Al único que no dibujaste fue a ti mismo. Siempre te quise preguntar por qué, si tú también vivías ahí. Tu mural se parecía a esas pinturas que estaban en las portadas de los libros de texto de la escuela, pero menos viejo, menos muerto. Ese día hacía fresco, pero en el retrato hacía calor y estaba anocheciendo. Eso te lo inventaste; el cielo nunca se vio tan bonito como en el mural. Tan rosita y tan naranjoso al mismo tiempo. Tampoco había punks, pero trazaste uno casi hasta abajo; yo creo que a ese también te lo imaginaste. Como al policía que pusiste junto a una patrulla, hasta arriba de la calle. Aquí nunca se metía la tira. Les daba miedo, y ni falta que hicieran. Era un lugar tranquilo. No como ahorita. Y eso es por su culpa. […] Fragmento de Fresco, cuento de Daniel Aguilar Torres, perteneciente a Cartografía de las Vírgenes (2022), publicado por Ediciones La Rana y Los Otros Libros. 

Pequeños escritores y escritoras presentan el libro Hazle al Cuento

Seleccionados de entre 111 trabajos, las y los seis ganadores, así como las menciones honoríficas del 29° Concurso Estatal de cuento por y para niños ‘Hazle al cuento’ presentaron sus textos delante de 139 personas en la 34° Feria Nacional del Libro de León. “Detrás de cada uno de estos escritores siempre hubo una mamá o un papá que con todo y que llegaba tarde y cansada del trabajo le contaba historias o los traía a la feria y les compraba libros, y le creaba un entorno agradable para leer (…) ustedes deben abrazarse y felicitarse también”, dijo la directora general del Instituto Cultural de León, Lisette Ahedo Espinosa, durante la premiación. En la categoría 1, para niñas y niños de 6 a 9 años, se recibieron 50 textos, de los cuales el jurado determinó los siguientes ganadores: El color de los besos, de Luz Carmen Corona; Letras viajeras, de Ian Emilio Quezada, y La isla de Pascua, de José Adrián Ontiveros. De igual forma, se otorgaron dos menciones honoríficas, la primera fue para Melissa Peña por El jaguar de Kukulcán y la segunda a Daniel Aarón Arroyo por La bailarina de ballet. En la segunda categoría se recibieron un total de 61 textos elaborados por niñas y niñas de entre 9 y 12 años, de los cuales resultaron ganadores: Yulianna Jiménez, Gibrán García y Ania Estibaliz Galindo, con las obras ¿Realmente soy yo?, Receta para la felicidad y Mi monstruo interior, respectivamente. Las menciones honoríficas fueron para Brianda Lizbeth Contreras por Mi peor día y para Alexander Contreras por el cuento El otoño no ha llegado. El jurado en esta ocasión estuvo conformado por Laura Patricia Pizano Barragán, Karla Janet Sansores Montejo y Mario Montaño Romero beneficiarios vigentes del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y que participan en cumplimiento con el Programa de Interacción Cultural y Social. Los cuentos ganadores se publicaron en una antología impresa, misma que se podrá conseguir de manera gratuita en el stand del ICL dentro de Fenal, del 12 al 21 de mayo o hasta agotar existencias. ‘Hazle al cuento’ es un proyecto del Instituto Cultural de León, a través de la Feria Nacional del Libro de León, con el que se incentiva la creatividad y habilidad lectoescritora en la infancia guanajuatense. Durante el mismo evento, en el marco de la Fenal 34, el Lic. Jesús Jonathan Muñoz González, director general de Educación, entregó los premios a las y los ganadores del certamen ‘Niños y Niñas Escritores’, donde aprovechó la ocasión para felicitar y agradecer a las y los bibliotecarios que todos los días trabajan por impulsar el interés por los libros y actividades relacionadas a estos, pues ellos son también pieza clave de este certamen. Ambos programas, ‘Niños y Niñas Escritores’ y ‘Hazle cuento’, persiguen objetivos de la administración municipal encabezada por Alejandra Gutiérrez, bajo la bandera Vivir Mejor del plan de gobierno. La programación completa de Fenal 34, así como todos sus detalles y actualizaciones, pueden consultarse en www.fenal.mx.